El 27,1% de los alumnos aragoneses estudian en centros concertados, pero esta cifra disminuye hasta el 18,6% si se trata de alumnos de origen extranjero. Así lo muestran los datos publicados por el Ministerio de Educación respecto al último curso estudiado, el de 2012-2013. Sin embargo, Aragón es una de las comunidades con más alumnos sin nacionalidad española que estudian en colegios concertados. La media de España es un 13,7, casi un 5% menos que en la comunidad.

La Federación de Asociaciones de Padres y Madres de alumnos de la escuela pública en Aragón (FAPAR) explica estas diferencias entre ambas modalidades de educación en un motivo principal: los gastos asociados a la educación concertada que deben realizar los padres. “Muchos centros concertados tienen requisitos económicos inasumibles para ellos”, explican fuentes de la federación.

La exigencia de un seguro escolar y el uniforme son algunos de los gastos que encarecen la vuelta al cole en estos centros, según apuntan. “Cuando ha venido una familia diciendo que no pueden asumirlos y se ha denunciado a inspección, reculan; pero la mayoría no lo hacen y solicitan uno público”, indican. Esto sirve de “selección natural” de alumnos, a la que se añade la falta de recursos para atender sus dificultades. “Tienen menos recursos para los niños con desfase curricular porque no había escolarizados allí”, aseguran.

Algo que niegan desde la Federación Cristiana de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos de Aragón  (FECAPARAGON), que agrupa a la mayoría de las AMPAS de los colegios concertados. “El porcentaje de alumnos inmigrantes en los colegios concertados en Aragón es muy alto porque es un modelo inclusivo, no elitista”, asegura Pedro Martínez, presidente de la federación. Para él, la diferencia entre el porcentaje de alumnos extranjeros que acuden a estos centros respecto al total estriba en la “libertad de las familias” para elegir el centro que deseen.

El 40% de los alumnos extranjeros en los colegios concertados proceden del centro y sur de América, de mayoría hispanohablante, por lo que su peso es un 17% mayor que entre los inmigrantes en la escuela pública. Europa es el segundo continente por número de estudiantes, aunque representan un 9% menos que en los colegios públicos. También hay niños de origen africano, el 20,48% de los extranjeros, un 61,2% de países del norte de África. Esta cifra está lejos de los alumnos de la escuela pública, donde un 31,66% de ellos son africanos, un 73% de ellos venidos del norte de esta área geográfica. Por último, el 8,44% de los alumnos extranjeros en los concertados son asiáticos, un 3,74% más que en los públicos.

FAPAR indica otra razón por la cual los inmigrantes elegían hasta este curso los centros públicos incluso aunque pudieran hacer frente a los gastos: la religión. La mayoría de los centros concertados aragoneses son católicos y “hasta ahora no ofertaban otra opción”, señalan, mientras que algunos centros públicos ofrecen estudiar varios cultos. Por ejemplo, en el colegio Santo Domingo pueden elegir entre religión católica, evangélica o islámica. Sin embargo, con la nueva ley educativa todos los centros tendrán que ofertar al menos una asignatura de religión y una alternativa, llamada Valores Culturales y Sociales en Primaria y Valores Éticos en ESO.

Equilibrio entre centros

Desde FAPAR piden que haya un equilibrio entre los centros para que el número de extranjeros en las aulas sea proporcional respecto a las plazas ofertadas en cada tipo de centro. De esta manera, se evitaría que algunos centros se conviertan en “guetos”, mientras que en otros hay muy pocos inmigrantes. Siempre “sin desubicar al niño de su entorno”, ya que algunas zonas, como el Casco Histórico de Zaragoza o el barrio de Las Delicias en las que hay un porcentaje superior de extranjeros.

Un modo de hacerlo sería que los colegios concertados pudieran recibir a los estudiantes de incorporación tardía, que hasta ahora son integrados en colegios públicos en su mayoría. Además, ratios más bajas en los colegios con mayor número de estudiantes con necesidades especiales, como las lingüísticas y más profesorado y desdobles mejoraría la situación de los centros, según FAPAR.

Aragón es la cuarta comunidad con mayor número de estudiantes extranjeros, con un 12,3% del total en el curso pasado, lo que supone un descenso del 0,4% respecto al año anterior.